Asanas

Asanas

Seguramente has escuchado hablar de asanas de pie, asanas sentadas, de equilibrio, de flexión y extensión, torsiones e invertidas.

Las asanas o posturas de yoga tienen grandes beneficios físicos y mentales, muchos de los cuales han sido comprobados por la ciencia moderna occidental.

Pero ¿qué es lo que define las asanas? ¿Es la correcta alineación, la concentración de la mente o la intención que ponemos detrás? ¿Cómo hacer para convertir el movimiento o la forma de mi cuerpo en una asana y disfrutar de todos los beneficios de la postura?

¿Qué son las asanas?

Asana es el nombre en sánscrito de la postura de yoga. Originalmente, asana quería decir "postura de asiento": refiriéndose a la postura sentada en la cual los yoguis practicaban meditación.

En el Asthanga Yoga, o el yoga de los 8 estadios descrito por el sabio Patanjali en los Yoga sutras, lasasanas ocupan el tercer lugar y se consideran fundamentales.

Los 8 pilares según Patanjali son: yamas, niyamas, asana, pranayama, pratyahara, dharana, dhyana, samadhi. Y, como puedes ver, las asanas forman parte de la raíz o esencia del yoga.

Las asanas son las posturas que se realizan en la práctica con el fin de poder equilibrar cuerpo, mente y espíritu. Estas posturas requieren de un ejercicio adecuado coordinando la concentración, consciencia del espacio y de las capacidades de cada uno, saber qué partes activar y relajar, así como también una respiración controlada en cada movimiento. No podemos olvidar en ningún momento el Ekagrata (punto de atención), así como el movimiento energético que se genera. De esta manera se podrá acceder al equilibrio entre cuerpo y mente, movilizar las energías, tanto inferiores como superiores, y conectar con la vía espiritual.

En algunos tratados antiguos se dice que hay tantas asanas como seres vivos en este planeta. Pero lo cierto, es que el Yoga clásico sólo nos habla de 84 posturas básicas, eso sí, de las cuales existen unas 1000 variantes de cada una.

En el estilo de Yoga Solar, un estilo de yoga que llevo practicando desde muy joven, se crean una serie de grupos de asanas para impartir en clase. Estos grupos son denominados: Grupo I, Grupo II y Grupo III (para los alumnos avanzados que llevan mucho tiempo de práctica y ya dominan otras técnicas), donde se repite la misma serie respetando cierto orden en las posturas para que se genere el movimiento energético deseado. Elegí enseñar Yoga solar porque me permite experimentar en cada práctica los efectos, tanto físicos, mentales y espirituales que proporciona una disciplina continuada.

En caso de querer comenzar en la práctica recomiendo que siempre se vaya a un centro especializado o con un profesor cualificado. Si no se dispone de tiempo suficiente, recomiendo este libro para comenzar con la práctica de una clase de Yoga: "Practicando Yoga".

Asanas en sánscrito

Seguro que has escuchado estos nombres de posturas que incluyen todos la palabra "asana": Matsyasana, Paschimottanasana, Virabhadrasana, Padmasana, Bhujangasana…

Las asanas tienen diferentes nombres derivados de la vegetación, entre otros: vrska (árbol), padma (loto); insectos: langosta (salabha); animales acuáticos: pez (matsya), tortuga (kurma); aves, cuadrúpedos: perro (svana), camello (ustra), o cobra (bhujanga); héroes: Viravhadra, Hanuman; o sabios: Matsyendra.

Pero más allá de los nombre, ¿qué define una asana de yoga?

Asana según los Yoga Sutras de Patanjali es "sthira sukham asanam" que podría definirse como toda postura debe ser estable y confortable.

Las dos cualidades que se buscan en la práctica de las posturas de yoga o asanas son:

Sthira: en sánscrito quiere decir firme, se refiere por tanto a la estabilidad o firmeza.

Sukha: en sánscrito es "fácil, simple, sencillo" y se refiere a un estado de bienestar libre de obstáculos.

A la hora de practicar, es importante no poner demasiado esfuerzo en la postura, escuchar tu cuerpo y encontrar este punto de equilibrio en el que te sientes a la vez "Sthira", firme, estable y "Sukha", la capacidad de permanecer confortablemente en la postura.

Una postura firme y agradable produce equilibrio mental y evita la inconstancia de la mente. Crea un cuerpo fuerte y elástico, reduce el cansancio y calma los nervios.

Firme y cómodo. OK, y ¿esto, cómo se consigue?

Se debe repetir el mismo grupo durante la clase para integrar la postura y que se convierta en una asana. El yoga es repetición, es práctica. Una vez que estemos cómodos físicamente en la postura podremos utilizar el ekagrata que se nos proporciona para cada postura y, finalmente, podremos sentir el flujo de energía que se produce en dicha postura y el movimiento energético que origina la secuencia total de asanas que realizamos en ese grupo concreto.

"Cuando la postura no es correcta, uno se cansa. Por eso la gente se cansa cuando empieza a aprender yoga". Es recomendable, pues, investigar el cuerpo en cada postura para encontrar la alineación correcta que la haga cómoda y estable, relajar cuerpo y mente, centrar la mente en el ekagrata y, finalmente, sumergirnos en la práctica hasta sentir todo lo que ocurre a nivel energético.

Alineación y asanas

Según el estilo de yoga que estés practicando, el énfasis en la alineación puede ser mayor o menor. Pero siempre será importante. ¿Por qué? Porque en realidad, no importa el estilo que estés practicando, ¡las asanas siguen siendo las mismas!

Las asanas poseen una geometría específica (piensa por ejemplo en Trikonasana, postura del triángulo), con ejes de soporte que brindan una forma particular al cuerpo. Encontrar un alineamiento adecuado es beneficioso por varias razones:

  • En primer lugar, una alineación apropiada es esencial para evitar lesiones durante la práctica. Si quieres proteger tus articulaciones durante la práctica, practica con la mayor relajación posible, escuchando a tu cuerpo y deshaciendo la postura en el momento que sientes el mínimo dolor.
  • En segundo lugar, ayuda a obtener el máximo provecho de la práctica.
  • En tercer lugar, la alineación del cuerpo durante la práctica de asanas, no sólo se refiere al físico, sino también a la correcta alineación mental, emocional y espiritual. Cuando el cuerpo se alinea correctamente en una asana, se convierte en un objeto de meditación y de transformación lo que permite a la energía circular libremente.

Beneficios de las asanas

En la práctica se realizan distintas asanas y de acuerdo al tipo de la postura, el esfuerzo físico, la concentración, la profundidad/intensidad que quieres dar a tu práctica, el impacto será diferente. Al final de la práctica, se podrán sentir los efectos generados por los movimientos hechos sincronizados con la respiración y movilizando cierta fuerza.

Mediante las asanas se consigue la salud del cuerpo al estimular la circulación, desbloquear las articulaciones, dar tono a los músculos y masajear los órganos internos, además de ayudar a calmar y controlar la mente.

Rutina adaptada a ti

Aunque tenemos unos grupos de secuencias generados para la clase, en determinadas ocasiones, alguna persona tiene una problemática determinada y tenemos que adaptar una rutina específica para la persona. En la mayoría de las ocasiones usaremos la parte terapéutica de las asanas de Yoga para realizar este proceso.

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